Sex Arbeit Film Fest
Fábulas de la calle
La fascinación que despierta el trabajo sexual ha sido descrita desde hace siglos de innumerables maneras, con simpatía y sin ella. Hasta el video musical, uno de los géneros audiovisuales más jóvenes de la industria cultural, ha servido como vehículo para transportar las representaciones idealizadas del “oficio más antiguo del mundo”; no siempre las más liberales. Como muestra, los clips de esta antología.
Afiche promocional. Fotograma del video clip
“Paradise circus”, cortesía de Toby Dye
« Más de uno podría pensar que la imagen de la modelo Kate Moss bailando en torno a una barra en el video promocional del sencillo I just don’t know what to do with myself de The White Stripes estaba dirigida, predominantemente, a un público masculino y heterosexual. Al dúo en cuestión no le hizo gracia alguna la trillada explotación del cuerpo femenino en esa producción y exigió que saliera de circulación; pero en 2003, cuando el clip comenzó a ser difundido, el estigma social en torno a la simulación del poledance y el striptease se había disipado considerablemente hasta entre las mujeres, al menos en Estados Unidos. En los gimnasios y en las fiestas privadas, ambas cosas se pusieron en boga; con la complicidad de la industria de la moda, los jeans comenzaron a dejar a la vista las tangas y otras prendas inspiradas por la indumentaria de las bailarinas eróticas; como pan caliente se vendían camisetas con la leyenda “porn star”; las revistas de actualidad empezaron a hablar de una explosión del stripper chic... La tendencia ya estaba en camino en 2001, momento en que Lady Marmalade fue elegido “video musical del año” por mtv: dirigido por Paul Hunter, el clip presenta a Christina Aguilera, Lil’ Kim, Mya y Pink como si fueran artistas del cancán sacadas del set de la película Moulin Rouge, una oda a la bohemia parisina decimonónica encarnada en el romance de un poeta y una “mujer de la mala vida”. Pero, ¿qué tienen que ver las representaciones de los prostitutos, los strippers y los actores pornográficos en la cultura popular con sus experiencias reales y las vidas que ellos llevan? En el marco del Sex Arbeit Film Fest, que tuvo lugar en Hamburgo en 2012, Fábulas de la calle pasó revista a las fantasías que durante siglos han rodeado al trabajo sexual echando mano a una veintena de ejemplos provenientes del ámbito del video clip. La antología evidencia cómo hasta un género audiovisual tan joven y con ínfulas de irreverencia –en numerosas ocasiones, el video musical ha desafiado a la heteronormatividad del medio televisivo, ufanándose de dignificar identidades de género y sexualidades alternativas– se aferra a narrativas conservadoras y perpetúa añejos estereotipos del oficio sexual mientras se arropa, simultáneamente, con el aura transgresora que esa ocupación sigue teniendo. »